Historia de la España Moderna
Ernest Belenguer
Gredos. 2011. 1.150 pp., 40 e.
Luis RIBOT | Publicado el 20/05/2011 (El Cultural, Diario El Mundo)
El libro está basado en un amplio conocimiento bibliográfico, patente en las numerosas referencias. Su postura es, además, crítica con la historiografía, manifestando con una absoluta sinceridad e independencia intelectual su juicio sobre las obras a las que se refiere, que en alguna ocasión critica de forma abierta. Asimismo, introduce frecuentes citas de documentos y autores coetáneos, lo que enriquece el texto y aporta una indudable solidez a su trabajo. No obstante, las dos mayores virtudes son, por un lado, el equilibrio en el tratamiento de los diversos ámbitos peninsulares, especialmente las dos grandes coronas de Castilla y Aragón, y por otro, la capacidad para incorporar al estudio -y ello resulta excepcional en la historiografía española- los territorios italianos de la Monarquía (Sicilia, Cerdeña, Nápoles y Milán), el norte de África y, ya con el emperador, los Países Bajos y las posesiones del Imperio. Insisto en el valor que ello tiene, pues ya es hora de que se enfoque la historia de la Monarquía como lo que fue: una entidad política sometida al mismo soberano, pero basada en un conjunto geográfico complejo y disperso, que no se limitaba al espacio, mucho menor, de la España actual, que es como la han concebido, lamentablemente, numerosos autores de estudios de síntesis como el que nos ocupa.
El problema es que estudiar el conjunto de la Monarquía requiere una extensa base de conocimientos y amplía mucho, además, las cuestiones a tratar. Tal vez por ello, Belenguer opta por una historia esencialmente política o, mejor dicho, una historia del poder, las vicisitudes de gobierno y las realizaciones y fracasos de ambos reinados, muy centrada en las personalidades de los tres monarcas: Fernando, Isabel y Carlos V. Otros aspectos, como el análisis de la estructura económica, quedan voluntariamente fuera del texto. Las referencias que se hacen a la economía, la sociedad, la cultura o la religión, así como temas más concretos -por ejemplo la América española- están en función del estudio de la acción de gobierno.
Para quien quiera conocer la política de la primera Edad Moderna española -del conjunto de la Monarquía de España- se trata de un libro enormemente útil y documentado, con la virtud adicional de su fácil lectura. Únicamente, y para concluir, citaré dos defectos de escasa importancia. El primero, el subtítulo, que no deja claro si incluye o no el reinado del monarca de El Escorial. El otro, el motivo elegido para la cubierta: la parte superior del cuadro de Velázquez, La rendición de Breda, no solo por manido y archiconocido, sino sobre todo porque, si se quería -como confiesa el autor- señalar la omnipresencia de la guerra en ambos reinados, bien podía haberse optado por una imagen de aquellos años y no por una de la época de Felipe IV.
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